Los zampa-todo. Los caracoles han nacido para comer y dormir. Si los ves paseando no es que técnicamente estén paseando, sino que se están desplazando hacia un objetivo comestible. Y como van con su casa a cuestas, lo tienen fácil; cuando se cansan de comer o de camino a la comida, se esconden y se van a dormir.
No obstante, son estupendos y muy listos, no te creas. Y curiosos. Estiran sus ojos y los mueven en todas las direcciones: focalizan, marcan su meta, van a por ella y se la comen, y lo que se encuentren por el camino también.
Como puedes ver, se lo comen todo, pero sobre todo son comedores de libros. Por eso saben tanto; más que un gato viejo 😉