Tacones que arañan

Tacones que arañan

Me inclino torpe sobre ti buscando a ciegas tu entrada, intentando no aplastarte. La encuentro y entro, y me acoges en ti en tu interior caliente. Ese momento, mujer, ese momento, si tú supieras cómo se siente. Con qué ansiedad me urge empujar y arremeterte más. Me tapas los ojos. Todo es un juego para ti. Me anulas todo sentido. Si tú supieras…

Siento escozor en la pierna. Voy al baño y me lo veo, sorprendido; me has dejado tu marca: un arañazo hecho con la tapa de tu tacón. Se me enturbia la vista. Ay, cuando te coja…


Ella es Gabriel.

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